Y es que quienes tuvieron la suerte de elegir la pulsera verde pudieron conocer, de primera mano, la importancia de cuidar nuestro planeta.
Experiencias vocacionales y el cuidado de las personas que requieren atención y cariño especial han sido parte de los testimonios recibidos por la docena de chavales que se han acercado hasta Riveira.
Una comida de confraternidad, y un rato para estirar las piernas, han sido el preludio del programa de la tarde: Concierto de RAP y doble encuentro con el Señor: en el perdón, en la iglesia de Santa Clara, y en la Eucaristía, en el templo parroquial de Sta. Uxía de Riveira. Una Eucaristía en la que D. Julián nos ha invitado a acercarnos a María para llegar a Jesús. Una Eucaristía en la D. Julián nos ha ofrecido una Iglesia Diocesana que escucha, que acoge, y que quiere una participación activa de nuestros jóvenes.
