Por Fernando García Sanz.
Recuerdo la primera vez que coincidimos: Sábado 1 de julio de 2017. La actual "Sección Villa" del Coro Infantil habíamos disfrutado una tarde de playa en O Carreiro. Y antes de recogernos, celebramos la Eucaristía en la iglesia parroquial de San Vicente. Ante la ausencia de D. Ventura, presidió D. José Rodríguez Pacheco, Director de los Salesianos de Cambados. Litúrgicamente, correspondía el Domingo XIII del tiempo ordinario, ciclo A (los ciclos se repiten cada tres años). Aquella celebración no dejó indiferente a nadie.
– Cuida el grupo– me dijo Pacheco.
– Te pediré ayuda– contesté.
– Lo que necesites– sentenció Pacheco.
Hay personas que cumplen con su palabra. Y en el primer momento de dificultad en la vida del grupo, Pacheco nos abrió las puertas del Colegio, para tener una tarde de convivencia, que compartimos con los chicos y chicas que entonces se preparaban para la Confirmación en San Vicente. Una representación venida desde Simes completó el grupo.
Y desde entonces, la buena sintonía no ha cesado. Y es que si en algo muestran su carisma los Salesianos es en el cariño hacia niños y jóvenes. Y Pacheco es un maestro.
Sólo una pandemia mundial pudo frenar la colaboración, teniendo que cancelar el Encuentro de Cuaresma al que este año teníamos convocada a toda la Comarca. Un trabajo bueno para el Coro, pero también para la Catequesis parroquial. Y es que Pacheco nunca ha negado ayuda y colaboración a nuestra casa cuando ha sido requerido.
El pasado 28 de junio de 2020, domingo, nuestra parroquia celebró la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, con una –otra– Eucaristía presidida por Pacheco, D. José Rodríguez Pacheco. Litúrgicamente celebramos el XIII domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A. (Han pasado tres años).
Y quiso el Señor que en la misma fecha litúrgica en que nos conocimos –en una Eucaristía–, también nos despidamos –en otra Eucaristía– en la misma iglesia parroquial de San Vicente. Porque Pacheco se va. Los Salesianos le necesitan en Lugo. Otra despedida.
Escribimos estas líneas desde la esperanza de tener la certeza de que el Señor sabe lo que hace, pero desde la tristeza de la separación física (aunque seguiremos en contacto).
Pero también escribimos estas líneas desde el cariño y agradecimiento, porque nunca ha faltado una palabra de ánimo, y porque nunca ha dejado de poner todo lo necesario para que la Iglesia sea lugar de acogida.
En nombre del Coro Infantil ADCFILM, ¡gracias por todo lo que nos has aportado!. Y... ¡Ánimo en la nueva andadura!
Seguiremos en contacto, en comunión de Iglesia. Porque juntos... ¡Siempre es mejor!