Recuerdo con especial cariño tres veranos de mi vida. Fueron tres meses de julio a mediados de los años 80 del pasado siglo. Unos años que ayudan a comprender por qué me gusta esta tierra... Por qué colaboro en esta parroquia.
Un familiar nos prestó una casa en las inmediaciones de la Playa de O Carreiro. Una playa que, además de esconder la historia de nuestra comarca, también es lo más parecido a lo que imagino que debe ser el paraíso.
En esos años, conocí a las Ursulinas de Jesús, que también veranean en nuestra Parroquia. Una familia de Fe y una congregación religiosa contribuyeron a que la Misa en vacaciones no fuese una carga, sino una bendición de Dios.
Y en ese ambiente conocí la capilla más emblemática que he visitado. En San Vicente do Mar. En función de la meteorología y los horarios, era habitual acercarse hasta ahí.
El verano pasado acabó con la incertidumbre de no saber si podría seguir abierta.
Y este verano comienza con dos buenas noticias: la capilla sigue funcionando... Y, además, celebra sus bodas de oro. Con un programa por todo lo alto. Con diferentes actividades a lo largo del verano.
Desde la parroquia, os invitamos a participar en las distintas actividades, (celebraciones, conciertos, actos culturales,...) programadas a lo largo de todo el período estival.
Porque forma parte de nuestra historia. Porque forma parte de nuestra Fe.
Porque 50 años no se cumplen todos los días.
(Por Fernando García Sanz)