De nada sirve que, año tras año, hagamos público nuestro malestar sobre determinados comportamientos incívicos que sufrimos, y que atentan directamente contra la Iglesia local en San Vicente de Os Groves.
De nada sirve que apelemos a una convivencia pacífica y constructiva entre la comunidad parroquial y el grupo de gentes que, ajenas a la iglesia, usan nuestros espacios, incluso para fines que nada tienen que ver con la actividad pastoral o litúrgica.
De nada sirve que nos mostremos ante la sociedad como un lugar de acogida -gran cantidad de veraneantes dan fe- en el que nos gusta compartir, dentro del respeto, fe y vivencias.
De nada sirve que, año tras año, pidamos colaboración para mantener en orden y buen estado de conservación nuestro patrimonio.
De nada sirve cualquier intento de corrección fraterna a quienes se localiza en la utilización de nuestro atrio, de nuestro cementerio,... para fines no adecuados.
Una vez más, llegado el mes de agosto, la historia se vuelve a repetir: botellón, daños a nuestro patrimonio (que este año incluso afectan a las obras de la Rectoral que, por cierto, serán para disfrute de nativos y visitantes),...
Es por ello que:
1.- Estamos poniendo en conocimiento de las autoridades policiales los hechos, con las correspondientes denuncias, y aportando toda la información que disponemos para facilitar la identificación de los autores, con la finalidad de que restauren el daño causado, sin perjuicio de las sanciones que, a mayores, se deriven de su comportamiento reiterado.
2.- Exigimos de nuestras autoridades que tomen cuantas medidas sean necesarias para proteger nuestro entorno, nuestro lugar de culto, el lugar de descanso de nuestros antepasados y nuestro patrimonio.
3.- Exigimos, igualmente, el incremento de la vigilancia por parte de las autoridades policiales, máxime teniendo en cuenta que el consumo de alcohol en espacios públicos al aire libre está prohibido, al generar además un riesgo sanitario en estos tiempos de pandemia.
4.- Agradecemos la colaboración ciudadana, solicitando que quien observe movimientos extraños en el entorno de la iglesia parroquial y cementerio dé aviso inmediato a las fuerzas de seguridad del Estado.
