Hoy estamos de fiesta. Dedicamos la jornada a que los más peques de nuestra parroquia puedan celebrar a nuestro Patrono.
Jesús llamó a sus amigos, y le siguieron. Hoy nos llama a nosotros para ser pescadores de hombres. ¿Cómo? Anunciando el Evangelio. Como lo hacía San Vicente, que predicaba la buena noticia de Jesús. Hoy conocimos un poco más de su historia. Una historia que le llevó a no avergonzarse de ser seguidor de Jesucristo. Una vida valiente, vencedora, que dio por amor a Jesús. Una vida unida a la Palabra que simboliza la Biblia que lleva en sus manos.
Y nosotros, ¿queremos ser amigos de Jesús? Que el ejemplo y la ayuda de San Vicente nos sirvan para encontrar el camino de la verdadera felicidad.
