domingo, 8 de diciembre de 2019

UN BELÉN EN NUESTRA CASA


"Mi casa será Belén 
si tengo mi puerta abierta
y si mi mente está alerta
Al resplandor de la Fe
La Fe que tuvo María 
La Fe que tuvo José"


Con el sentimiento de estas palabras, en la mañana de este domingo hemos procedido a la bendición de nuestro Belén, instalado en la iglesia parroquial, y con el que queremos ser la casa de Jesús desde su más tierna infancia.


Y es que, como podemos ver en esta imagen cortesía de la Delegación de Catequesis de nuestra Diócesis, en Belén cabemos todos, porque todos somos el Pueblo de Dios.

Con Jesús niño, débil, tierno, presidiendo desde un pesebre, nos llega la Luz que ilumina nuestra vida (representada en la estrella). El cariño de María y la protección de San José cuidan del Niño como cuidan de nosotros.

En primera fila aparecen los pastores, pobres, que dejan todo para adorar a nuestro Dios. De lejos llegan los Reyes, que se inclinan ante Jesús Rey, Dios y Redentor del mundo.

El resto de las gentes somos quienes, en los gestos cotidianos de nuestro día a día, trabajamos en silencio construyendo el Reino de Dios.

¡¡Que esta Navidad el Señor nazca de verdad en nuestro corazón!!